martes, 20 de octubre de 2009

Copacabana, Isla del Sol


También Copacabana nos recibió con música…lo mismo sucedió al llegar a la Isla del Sol… No hay más duda: el paraíso nos está siguiendo!!!

Sé que no es un mar, pero siempre me venía esta palabra a la boca cuando me refería al lago Titicaca. Un paisaje inefable… quedamos todos callados a la vista del lago. Había salido el sol y hacia un tiempo magnifico… El cielo de un azul intenso con unas nubes inmaculadas que parecían gigantescos dulces de algodón y el sol brillante reflejando su silueta coqueta en el agua… La tierra seca, con su vegetación amarilla parecía de oro por los rayos de sol que la acariciaba… Colores penetrantes, vivos, llenos de alegría… Un instante…el viento nos acarició la cara como para susurrarnos que no estábamos soñando y trayendo olores a frescura, naturaleza fresca… a renacimiento… En aquel momento tenía ganas de abrazar al mundo y decirle cuanto le quiero.


Vivimos en un planeta bien hermoso que me seduce de miles de formas distintas desde que emprendí el viaje… me sentí llena de una inmensa alegría… algo nuevo estaba renaciendo dentro de mí… será que me estoy sintiendo viva de la forma la más natural… estoy bien feliz… Cruzamos el trecho que nos llevaba a Copacabana en barquito. El bus también se iba en una lancha pero mucho más grande. Nos contó una chica boliviana que antes la gente seguían en el bus mientras cruzaba el trecho en barca hasta que un día ocurrió un accidente fatal donde murieron unas colegiadas que iban a pasar unos días en Copacabana… Llegamos a Copacabana enteros y seguros… y con un compañero de viaje más: Diego. Adivinad de donde es Diego? Si, si… otro argentino. Vaya sorpresa... En el barco empezaron a hablar el y Lucas y de pronto cuando llegamos a la ciudad se ánimo a buscar alojamiento con nosotros. La única noche que pensamos quedarnos en Copacabana antes de ir a la Isla del Sol se transformó en dos… Nos volvimos a encontrar con Jack y su familia en Copacabana. Jack es un niño de 6 años nacido en Australia que conocimos en el hostal donde alojábamos en Coroico. Jugamos con el en la piscina helada el primer día que llegamos al hostal. De allí conocimos a sus padres Sally y Matt, ingleses. La familia Ringrose al completo nos calló muy bien y disfrutamos de mucho tiempo juntos en Coroico. Cuando se fueron de Coroico nos comentaron que iban a estar unos 3 o 4 días en Copacabana y de buscarles allí si llegábamos a tiempo desde Sorata. Pero como no fuimos a Sorata por el mal tiempo y la ruta peligrosa, les buscamos al llegar en Copacabana. Así fue como volvimos a disfrutar de más tiempo, todos juntos.
Sally nos ofreció una clase de yoga en nuestra última tarde en Copacabana antes de irnos para la Isla. Es muy buena profesora. Y la vista que teníamos hacia la bahía mientras hacíamos el saludo al sol, era extraordinario! Acabamos la clase llenos de energía positiva, y justo a tiempo para disfrutar de una puesta de sol más bella.





La energía que había en la Isla del Sol era imponente. Todos los notamos… nos dejamos llevar. La primera noche, vimos una luna cerca de estar bien llena y supimos que nos teníamos que quedar más tiempo en la isla para ver la luna llena salir desde las entrañas de la cordillera real, subir y subir, hasta reflejarse en el lago como una linterna.



El hostal ecológico y acogedor de la Isla, el agua del lago tan clara y de diferentes tonos de azul-verde, la vegetación llena de eucalipto, otra clase en yoga frente al lago, el partido de volley ball, el fuego con olor a eucalipto acompañado de una melodía de guitarra y voces cantando canciones alegres… recuerdos tan lindos de nuestra visita allí, que quedarán conmigo para siempre.

domingo, 11 de octubre de 2009

Coroico, Los Yungas (La Afro-Bolivia)


Coroico nos recibió con música y baile. A lo grande!!! Si señores!!! Porque lo valemos!!! Una fiesta en nuestro honor. Jejeje…

La verdad, es que pienso que el paraíso nos está siguiendo desde que estamos viajando… puede sonar un poco pretencioso pero porque no pensar así de vez en cuando?!!
A penas bajados del bus y todavía buscando dónde alojarnos nos cruzamos con un desfile de gente alegre bailando al ritmo de unos músicos muy determinados y con vestidos de colores vivos.



Casi todo el pueblo estaba allí para mirar el evento! Aquella melodía, que tenía algo de ritmo militar… nos parecía divertida aquella noche… y nos acompañó casi todos los días que pasamos en Coroico. Os puedo asegurar que el último día allí, ya no la podíamos aguantar!!! La verdadera música Afro Boliviana, la escuchamos en un bar de La Paz donde suenan las percusiones con ritmos Saya. Bailamos encima de la barra. Fue una velada muy linda donde me hice unas amigas negritas…

Durante la época del comercio triangular, llegaron unos esclavos africanos a Bolivia para trabajar en las minas. No se acostumbraron al frío de las alturas de los Andes y al duro trabajo de la minas así que se rebelaron. Huyeron hacia la selva Amazónica y encontraron un clima tropical más similar a su entorno de origen en los Yungas Bolivianas (región entre los Andes y la Amazona). Hoy los descendientes de estos esclavos (unas 5000 personas) viven en Coroico y en las ciudades vecinas de Tocaña, Yolosa y Guanay.
El camino para llegar a Coroico fue todo un espectáculo. Primero subimos a 4800m donde hacia mucho frío y el paisaje seco y amarillo. Luego bajamos a unos 1700m donde el clima tropical nos acogió con su calor húmedo, todo verde. Aquí hay bananeros en todas partes. Se cultiva también la coca, el café, y cítricos como la mandarina y la naranja. Es paisaje es muy pintoresco. Montañoso con un súper relieve.

Los negocios de la ciudad los llevan muchos europeos que han venido a instalarse allí hace 10-20 años para algunos. Conocimos a Hans, llamado aquí Juan, un alemán que llevan más de 10 años viviendo allí. Tiene un pequeño negocio de pastelería / artesanía que vende en un restaurante-tienda buenísimo. Allí fuimos a desayunar un día y a comparar pasteles ricos y pan. Juan también vende su pastelería a otros negocios llevado también por europeos. A Juan lo conocimos por su hija, Catalina, en la fiesta del pueblo la noche que lleguemos en Coroico. Como decía antes había un desfile cuando llegamos.
Después de preguntar a muchos, nos enteramos de que se celebraba San Miguel de Apanto. Fuimos a bailar con el resto de pueblo una vez instalados en un hostal bastante pésimo (teníamos más ganas de participar en la fiesta que de buscar un lugar cómodo para dormir). Al llegar a la “pista de baile”, Noe, Lucas y yo nos sentamos para mirar a la gente. Noe tenía ganas de bailar pero no se atrevió ir sola. Catalina que estaba allí bailando, insistió en que vayamos a bailar con ellos. Me lleve a Noe y empezamos a conocer el grupito de jóvenes bailando. Catalina habla muy bien castellano pero con un acento mezclado entre el mexicano y el inglés. Pablo que es boliviano, habla castellano con un acento Chileno por haber vivido últimamente. También estaba Farra, inglesa aprendiendo.
De 3 pasamos a ser 4: a Teresita la conocimos en el restaurante donde fuimos a desayunar a la mañana siguiente a la fiesta. La vista de aquel lugar era impresionante. Desde allí se veía la sierra de las Yungas, montaña tras montaña hasta el horizonte y todo de un verde tropical intenso! Nos encantó desayunar allí por la vista.

Así que Teresita también estaba viajando sola y como nos cayo muy bien. Sumamos 3 argentinos y yo!!! Todos tomando mate (el de verdad por favor!!! Porque aquí en Bolivia también llaman mate a la infusión de coca y eso le pone nervioso a Lucas)!!! Jejeje… Esos Argentinos tan orgullosos de su cultura!!!

Obviamente, con tantos argentinos era imposible no hacer una asado. Cosa que hicimos en la casa de Juan donde nos invito su hija Catalina. Estuvimos un buen grupo allí el domingo después de visitar la Senda Verde que es como un refugio para los animales salvajes heridos. En el camino allí nos pillo una lluvia tropical muy fuerte y tuvimos que buscar refugio de bajo de la entrada de una casita. Fue divertido! Fue una noche bonita y al asador (Lucas) le salio muy rica la carne.

El último día que pasamos en Coroico, nuestro club de 4 fuimos a una excursión al Rio Negro… supongo que el color negro va con el mestizaje local (jeje). Tuvimos un buen guía, Agustín. Nos bañamos en una cascada helada.

Caminando por la calle, de repente sentí una mano dentro de la mía. Me asuste y miré a quien patencia la mano. Era la de una mujer major negrita que me estaba sonriendo… me miraba fijamente y me preguntó de dónde era… seguro que África… fue un encuentro emocionante… se leía en sus ojos una alegría inmensa por conocerme… nos invitó a su casa pero infelizmente no pudimos ir… Es una cita que tengo pendiente antes de dejar Bolivia.

Al salir de Coroico, nuestra idea, era de agarrar la ruta del oro yendo de pueblo en pueblo hasta llegar a Sorata, un antiguo pueblo colonial bien preservado que la gente dice muy lindo. El tema es que desde que lleguemos a Coroico estuvo lloviendo cada día o por la mañana o por la tarde (está empezando la época de la lluvia). Nos dijeron que por eso el camino que querríamos recoger no era seguro y que probablemente tuviéramos de hacer parte del camino en burro… Ya estábamos hablando de muchos días de viaje para llegar a Sorata. A Noe, no le convenía perder más tiempo porque le queda por conocer Machu Pichu y un poco de Perú antes de regresar a Argentina a finales de octubre.
Decidimos cortar camino... Así fue como el Party of 4 dió rumbo de vuelta hacia La Paz, para tomar camino hacia Copacabana y el famoso Lago Titicaca, dejando atrás Coroico y sus fiestas...

jueves, 8 de octubre de 2009

Tiwanaku o Tiahuanaco...

Tiwanaku (Aquí las piedras paradas, en Aymara)

Sabíais que una de las civilizaciones más antiguas del mundo y que vivió desde -2000 antes JC hasta 1200 después de JC se encontraba aquí en America Latina?

Me refiero a la dinastía Tiwanaku. También es un complejo arquitectónico cerca de La Paz. Hoy en día sigue siendo un recinto de yacimiento arqueológico donde se sigue encontrando cerámica y otros vestigios.

Conocimos a Cristóbal cuando fuimos al mirador del Alto. Estaba en el mismo micro bus que nosotros y todo el mundo está discutiendo con el chofer y su ayudante porque había demasiadas personal en el micro. Cuando se calmo la discusión en la cual Lucas también participo por divertirse, empezó a hablar con Cristóbal que nos pregunto de donde éramos y lo que hacíamos en La Paz. Entonces, le comentó Lucas que habíamos decido irnos a pasar el día en Tiwanaku el día siguiente. De allí nos enterramos que Cristóbal es de allí y que sus padres siguen viven a unos pasos del recinto. Nos invitó a encontrarnos con él y llevarnos a casa de sus padres. Parecía una enciclopedia humana. Nos empezó a hablar de la cultura Tiahuanaco hasta que le tocó bajarse el micro. Nos dio su teléfono.

Nos encontramos con Cristóbal a la mañana siguiente y fuimos a comprar unas hojas de coca y pollos para llevar a sus padres.



Cuando llegamos a casa de sus padres, les vimos muy ocupados con un cerdo que acababan de matar. La madre de Cristóbal le explico en Aymara y llorando que el cerdo se había escapado la noche anterior y que lo persiguieron hasta que pudieron atraparlo. Por eso decidieron matarlo antes de que vuelva a escaparse… Noe, Lucas y yo nos miramos con sorpresa… no entendimos aquella reacción.

El padre es todo un actor. De pronto desapareció para volver vestido con su ropa de ceremonia Aymara. Nos cantó la historia de su familia mezclando palabras en aymara con el castellano. No estoy segura haber entendido todo pero lo esencial es que su padre, el abuelo de Cristóbal ya estaba viviendo allí cuando empezaron a escarbar y encontrar estatuas y herramientas de la época Tiwanaku. De hecho, su familia tiene unos cuantos vestigios que encontraron antes de que fuera cerrado el recinto.

También nos explicó lo que luego pudimos ver, que la población participa a la excavación.

La madre de Cristóbal nos cocino una comida muy rica que pude a penas tocar. Desde que llegue a La Paz, se me fue el apetito (buuuuu!!!). Noté que la madre a penas se quedo con nosotros y que cuando estábamos comiendo, se quedo en la cocina comiendo sola. Según Cristóbal así le gusta, pero todos sabemos que el machismo está bien implantado aquí y que tiene unas raíces muy firmes.

También nos dimos cuenta que Cuando Cristóbal querría hablar con Noe o conmigo siempre se dirigía a Lucas para que pudiera él decirnos qué hacer… Bueno, es raro, eso es cierto pero eso no ostente que se portó muy bien con nosotros y que tuvimos a oportunidad de entrar en la casa de sus padres.

En el recinto, mirando las puertas de la Luna y la del Sol, me sentí muy a gusto. No hay mucho que ver, pero el sitio tiene su encanto y una pizca de magia que hacer soñar con otras épocas. Fue un día muy lindo.




La Puerta del Sol - La Pachamama

La gente


Pareja en la fiesta de Coroico - La Paz - Luchita y sus batidos ricos - El Padre de Cristóbal (Tihuanaku)

Las mujeres tejiendo (Isla del Sol) - Playa de la Isla del Sol - Banda de músico (bienvenida a la Isla del Sol)

A-DO-RA-BLES!!! Nada menos! Gente pacifica con un corazón muy grande! Nos hacen sentir como en casa... será duro dejar el país...

Desde la dulzura de Sucre a la magia de La Paz…


Noelia, como yo, también se dirigía hacia La Paz. Así decidimos seguir el viaje juntas. Ya fue el momento de despedirme de Sharon y Peter (snif…) …

Dejamos Sucre un domingo por la tarde. Sharon nos acompañó a la estación y aprovecho para comprar su pasaje para Tupiza y el de Peter para Villazon. Ellos siguen hacia el sur, hacia Argentina y Chile. Nos despedimos con un abrazo largo. Me entristeció decirle adiós… después de todos esos días vividos tan intensamente juntas, supongo que es algo normal, pero aún así no pude evitar sentirme triste. Espero que nuestros caminos vuelvan a cruzarse en este mundo…
Llegamos en La Paz justo a tiempo para ver salir el sol. Fue un espectáculo hermoso. Se veía la cordillera nevada y el Illimani (el pico más alto), radiante, con colores naranja rojo…Con Noe, intentamos sacar fotos desde el bus que se movía demasiado para que podamos sacar buenas fotos. Una risa!

Casi no habíamos dormido en el bus porque a pesar de ser un buen bus y limpio no era muy cómodo. Las 14 horas de trayecto fueron largas. Y casi perdimos el bus cuando hicimos un descanso para cenar: Noe y yo mirando las estrellas mientras comíamos el bocadillo que nos habíamos preparado y decidimos ir al baño antes de que regresará el chofer. Apenas salimos del baño que las mujeres que cobraban el uso de los baños nos avisaron que nuestro bus ya se estaba yendo. Noe corrió hacia el bus para impedir que se vaya mientras yo buscaba desesperadamente unas monedas para dar a las mujeres. Lo logramos… con la lengua fuera pero lo logramos… Nos reímos un buen rato después en el bus… por lo visto aquí no importa si la gente vuelven a subirse al bus después de una parada… no revisan… y a casi 4000m de altura el oxigeno se hace escaso entonces al correr 80m, tienes la sensación de haber corrido una maratón…

Que decir de La Paz? No me lo esperaba, pero me gusta esta ciudad. Aquí hay un caos-organizado-mágico… La ciudad esta dentro de un hueco-valle de unos 300m de desnivel, a unos 3700m. Todas las calles suben y bajan de una forma más agresiva. El Alto es la parte más plana de la ciudad y está a 4000m. De allí una vista impresionante sobre la ciudad y cordillera de los Andes… es todo un entretenimiento. Podría estar horas mirando sin cansarme.

Datos: en La Paz hay 2millones de habitantes más 1/2 en el Alto, es decir 2.5 millones en total. La población de Bolivia es de 8.8 millones. La superficie del territorio llega a ser 2 veces Francia... podéis haceros una idea de cuanta superficie inhabitada...

Nos alojamos en un hostal Irlandés conocido por sus noches de fiestas (qué sorpresa verdad?!). Sharon, nos lo recomendó porque está muy limpio y bien organizado. No se equivocó. Pudimos disfrutar de una ducha bien caliente en un baño más que decente!!! Nos gustazo!!!

Luego, una vez instaladas nos fuimos a comer. Nos acompañó una chica Canadiense, Ashley, que estaba esperando la llegada de amigos de ella con los cuales iba a ir a la Amazonía. Nos decidimos pasear por las calles después de la comida aunque estábamos reventadas. Entramos en el famoso Museo de la Coca donde aprendimos la cultura de la coca desde la época de los Incas hasta hoy. Fui divertido e interesante: a parte de hablar del cultivo de la coca en épocas remotos y hoy, también tenía allí la formula mágica para hacer la cocaína!!! Nos paramos también delante de una foto de Fidel Castro tomando una Coca Cola! Allí conocimos a Lucas, otro Argentino viajando solo.
Resultó que Lucas estaba alojado en el “hostal hermano” del nuestro, ubicado en la misma cuadra donde estábamos alojadas. Volvimos juntos y decidimos volver a encontrarnos un poco más tarde para ir al barrio colonial donde un chico Francés que conocí en La Higuera del Che, me había aconsejado ir a un bar alternativo allí.

Noe y Lucas, siendo los 2 Argentinos tenían muchas cosas en común que compartir. Aquella noche nos fuimos de marcha o más bien la marcha se nos pego. Conocí a un montón de ingleses/irlandeses y una pareja de Suizos muy agradables.

Al día siguiente, ya me decidí seguir viajando con Noe puesto que las responsables de la asociación estaban en Nueva York asistir a un congreso y no volvían hasta principios de octubre.

Después de otra noche de huelga con una amigo Boliviano de Lucas donde conocimos a la comunidad Afro Boliviana, propuse a Noe ir a Coroico a conocer a mis “hermanos” afro-bolivianos. Lucas tenía pensado también en aventurarse por allí y decidió ir con nosotras.